El próximo miércoles 25 de junio a las 19.30 horas en el Teatro Solís, el Centro Cultural de Música pcontinuará con su Temporada 2008 con la presentación delcelebrado violinista Joshua Bell, acompañado al piano por Frederic Chiu.
Intepretarán un ecléctico programa integrado por obras de Tartini, Beethoven, Prokofiev, Tchaikovsky y de Sarasate
CENTRO CULTURAL DE MÚSICA
Miércoles 25 de junio - 19.30 horas
Teatro Solís
JOSHUA BELL, violín
FREDERIC CHIU, piano
Programa
Giuseppe Tartini: Sonata en sol menor “El Trino del Diablo”
Ludwig van Beethoven: Sonata para violín No. 9 Op. 47- “Kreutzer”
Sergei Prokofiev: Sonata No. 1 en fa menor, Op. 80
Piotr I. Tchaikovsky: Melodía
Pablo de Sarasate: Introducción y Tarantella
JOSHUA BELL
Estudió en la Universidad de Indiana bajo la dirección de Josef Gingold. A los catorce años se presentó como solista con la Orquesta de Filadelfia, dirigida por Riccardo Muti. Debutó en el Carnegie Hall en 1985 y obtuvo una beca Avery Fisher.
Desde entonces se ha presentado con las orquestas y los directores más importantes del mundo. Ganador de un premio Grammy, explora el mundo de la ópera, con la participación de la soprano Anna Netrebko, en un CD titulado Voice of the Violin (La voz del violín).
Ha grabado recientemente el Concierto de Violín de Tchaikovsky con la Filarmónica de Berlín dirigida por Michael Tilson Thomas.
En la actualidad se presenta como solista, músico de cámara y director de orquesta, incluso fuera del mundo de la música clásica.
El compositor Nicholas Maw le dedicó su concierto de violín, el cual Bell estrenó en 1993.
Interpretó la parte solista de la banda sonora escrita por John Corigliano –ganador del Premio Pulitzer– del film El Violín Rojo y participó en Music of the Heart (Música del Corazón) junto a Meryl Streep, interpretándose a sí mismo. También colaboró con Wynton Marsalis en el álbum para niños Spoken Word, que obtuviera un Grammy.
Después de actuar durante el verano en Tanglewood, el Festival de Verbier en Suiza y Mostly Mozart en el Lincoln Center, la Temporada 2007-2008 comprende conciertos en el Royal Albert Hall (BBC Proms), una gira europea con Kurt Masur dirigiendo la Orchestre National de France, así como presentaciones con las sinfónicas de Pittsburgh, Philadelphia, Chicago, la Salzburg Mozarteum Orchestra y la Tonhalle-Orchester.
En la actualidad integra el Comité Artístico del Kennedy Center Honors.
Toca el Stradivarius Gibson de 1713 ex Huberman.
FREDERIC CHIU
Este pianista de formación asiática-americana-europea, fue el destinatario del Avery Fisher Career Grant y el Petscheck Award de la Juilliard School.
Con más de 20 CDs en el mercado, su repertorio incluye las obras completas de Prokofiev, así como los clásicos de Chopin, Liszt, y obras menos conocidas de Mendelssohn y Rossini, con un lugar especial para las transcripciones para piano.
Muchas han sido seleccionadas como Grabación del Año por la Stereo Review; Top 10 recording por el New Yorker.
Frederic Chiu ha realizado giras por Europa y Estados Unidos presentándose en recitales, en las salas de la Filarmónica de Berlín; Kioi y Suntory en Tokio; Lincoln Center en Nueva York y Kennedy Center en Washington.
Su innovador programa Deeper piano studies reúne a pianistas de todo el mundo para estudiar las variadas maneras de tocar el instrumento, y para presentarlo a las prestigiosas escuelas de música y conservatorios: Juilliard, New England Conservatory, Mannes College, entre otras.
Increíble, pero cierto…
Aquella podría ser una mañana más como otra cualquiera: un sujeto
entra en una estación de Metro de Washington, va vestido con un pantalón vaquero, una camiseta barata y se sitúa cerca de la entrada...Extrae un violín de la caja y comienza a tocar con entusiasmo para toda la gente que pasa por allí, es la hora punta de la mañana.
Durante los 45 minutos que estuvo tocando el violín, fue prácticamente ignorado por todos los pasajeros del Metro. Nadie sabía que ese músico era precisamente Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, ejecutando sin parar las piezas musicales más consagradas de la historia, con un instrumento muy especial, un violín Stradivarius, estimado en un valor de más de 3 millones de dólares. Unos días antes, Bell había tocado en La Sinfónica de Boston, donde los mejores lugares para el concierto costaban la bagatela de 1.000 dólares la entrada. Esta experiencia que ha sido grabada en vídeo, muestra a hombres y mujeres que caminan muy rápido, cada uno haciendo una cosa, pero todos indiferentes...
Nota: La iniciativa fue realizada por el Diario The Washington Post, con la finalidad de lanzar un debate sobre el valor del arte, y de su contexto.
LA CONCLUSIÓN:
Estamos acostumbrados a dar valor a las cosas cuando están en un determinado contexto. En este caso, Bell era una obra de arte en sí mismo, pero fuera de contexto un artefacto de lujo sin la etiqueta de la marca.
La subjetividad del arte no debería llegar a los extremos de ignorar la belleza en sí misma.
Aquí puedes ver el video:
http://www.youtube.com/watch?v=hnOPu0_YWhw
Frederic Chiu |
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